domingo, 31 de agosto de 2014

Crónicas: Leo Bugge 2010

Crónica del argentino Leonardo Bugge. No lo consiguió en 2010, se quedaba dormido mientras trotaba, pero vuelve en 2014. Tiene marcas de 9h08m en los 100 Km. y de 188 km en las 24 horas. Espero que lo consiga esta vez.

Spartathlon 2010, por Leo Bugge:

Les cuento como viví el Spartathlon.

El día de la largada desayune a full, como siempre antes de una carrera, no quise cambiar nada, subimos al micro que nos lleva a la largada a las 6 de la mañana, nos sentamos en el hueco de la escalera los 4, Diego empezó a cantar, algunas palmas se hicieron sentir, el clima era de alegría y entusiasmo (parecía la barra brava del esparta, jaja), algunos preparativos antes de largar ( regamos los olivos del Partenon, jeje) algunas fotos, y... disparo de largada, filme la largada desde adentro, fue espectacular estar ahí, en ese momento corriendo... era un sueño hecho realidad.

Todo va bien los primeros km, pasamos los 42 km en 4h 12m, perfecto según el plan, mas adelante Diego tropieza y se lastima, lo vendamos y seguimos, Marcelo se empieza a sentir mal... mas adelante no puede seguir el ritmo y tenemos que dejarlo, no es fácil dejar a un amigo atrás..pero hay que seguir, en el km 70 aproximadamente Diego empieza a decaer, alcanzamos a la gente de mar del plata, Diego sigue con ellos, yo sigo con Gerardo, pasamos el km 81, 45 min antes del cierre. Después de algunas curvas tomamos un camino por la campiña, con el sol de frente quemando a full, empece a sentir malestar pero no dije nada, mas adelante el sol se oculta y de ahí a la noche, me sentí muy bien , empece a disfrutar la carrera, Pasamos por un pueblo donde los chicos nos pedían autógrafos, por supuesto que firmamos, eramos los héroes en ese momento..!! recuerdo a la noche ver las luces de un pueblo a lo lejos, tenia forma de estrella de 5 puntas, Gerardo me muestra a lo lejos las luces de la autopista, hacia allá vamos, dice, pero por otro lado, a subir a la cima de la montaña, llegar a la base de la montaña fue una proeza increíble, (para mi) fueron como 4 km a 45º, caminando con el pulso a 200, veíamos las luces de los autos de apoyo que al subir se inclinaban, hacia un lado y arriba, al otro lado y arriba, era asombroso, llegamos a la base de la montaña, un descanso y salimos... a subir.!! fue muy emocionante, disfrute esa subida, como pocas veces en mi vida.
Odie la bajada como pocas veces en mi vida, jeje. Fue horrible e interminable, después de eso el circuito se vuelve monótono, el cansancio y el sueño se hicieron sentir, con Gerardo esperábamos la salida del sol para despabilarnos, a mi no me resulto, Gerardo se recupero bien, yo empece a tener problemas con el sueño, llegamos al km 179, yo a duras penas, Gerardo haciéndome el aguante , allí decidimos separarnos... yo ponía en peligro la llegada de ambos, dormí un rato en el puesto y salí, pude avanzar 14 km mas, salí a la autopista medio dormido, comenzaba una subida de 3,5 km, me dormí caminando, en una curva salio una camioneta a los bocinazos, casi me atropella, me pegue un cagazo, decidí que en el puesto siguiente dejaría la carrera..( fue el miedo a morir atropellado..esa es la verdad.) el sueño persistía y no valía la pena arriesgarse.. allí termino mi aventura en Grecia con casi 203km. muy feliz por llegar tan cerca de Esparta... 

Festeje con los amigos en Esparta (con vino griego patero), (fotos y vídeos no aptos para ser mostrados...jaja).

En la Ciudad de Maratón, se realizo la ceremonia de entrega de medallas.. el Spartathlon es una experiencia inolvidable..

Y pronto habrá revancha.. Saludos LEO

domingo, 24 de agosto de 2014

Espartatletas: James Zarei

Otra de las figuras del Spartathlon y del ultrafondo mundial: James Zarei.

Un auténtico campeón, con 2 triunfos en el Spartathlon, y con el añadido de su origen iraní, es decir, un persa reviviendo el camino que recorrió Filípides para pedir ayuda a los espartanos ante la amenaza de la invasión persa. Herodoto estaría encantado.

Sobre este hecho le leí unas declaraciones: "Fue maravilloso. Recuerdo el primer año que corrí, un artículo en un periódico griego dijo: 'En la antigüedad los persas no pudieron llegar a Esparta, pero en la época actual James Zarei, deportista, demuestra que es posible '. "

Se cuenta que James Zarei era un bebedor y fumador empedernido hasta los 35 años, y que se calzó unos tenis por primera vez a los 39 años. Afirma que por entonces solo podía correr 100 metros seguidos.

Pronto fue alargando sus "trotes", hasta convertirse en campeón de numerosos eventos de ultrafondo alrededor de todo el mundo. Las mejores marcas de Zarei son 7h48m en los 100 km,  243 km en las 24 horas, y es una de las 8 personas que han superado los 1.000 km en pruebas de 6 días. También destacan sus tres victorias en la Hiroshima to Nagasaki Peace Run (420 km).

Respecto al Spartathlon, participó en 8 ocasiones, con dos victorias y tres podios. Uno de los grandes.

AÑO PUESTO NOMBRE PAIS EDAD TIEMPO
1986 6 ZAREI James IRAN 42 27:45:00
1987 3 ZAREI James IRAN 43 27:27:16
1988 18 ZAREI James IRAN 44 33:53:34
1990 9 ZAREI James IRAN 46 29:49:33
1991 2 ZAREI James IRAN 47 26:48:50
1994 1 ZAREI James GBR 50 26:15:00
1995 1 ZAREI James GBR 51 25:59:42
1998 3 ZAREI James GBR 54 26:44:04

Otros espartatletas lo definen como un tipo extremadamente amable, al que casi avergüenzan sus triunfos. Vive en Inglaterra desde 1966, nacionalizado británico desde 1981, y, ya con 70 años, sigue corriendo...

Para finalizar, unas declaraciones en las que muestra su filosofía como ultrafondista:

"The longer the distance, the more I enjoy it. When I started running races I found the farther I went I still felt strong at the end. I have run a marathon, in 2 hours 45 minutes I think, but I ran 10 miles to warm up first. That is not denigrating the marathon. Every distance has its own beauty. With me, it's like an old car: the longer it goes, the better it cruises along."

miércoles, 20 de agosto de 2014

Herodoto y Filípides

Desde hace meses la historia se repite:

X: "Hola, qué flaco estás... ¿cuál es la próxima?"
Yo: "Pues una por Grecia."
X: "¿Cuál es?, ¿qué distancia?"
Yo: "¿Te suena Filípides?"
X: "Sí, el que corrió desde Maratón y murió tras anunciar la victoria."
Yo: "¡ERROR!"

En ese momento es cuando empiezo a soltar el rollo...

HERODOTO de Halicarnaso, el investigador:

Parece ser que nació alrededor del año 485 a.C. en Halicarnaso, lo que hoy es la ciudad turca de Bodrum, en la costa del Asia Menor que baña el mar Egeo. Era de familia adinerada, por lo que se supone que recibió una buena formación, según era costumbre en la época. Su vida estuvo sacudida por multitud de acontecimientos políticos, intrigas, guerras, fundación de nuevas polis... El siglo V a.C. se vivía muy intensamente.

Su espíritu crítico y observador le llevó a viajar por todo el mundo conocido de la época: Grecia, Asia Menor, la Magna Grecia (Sur de Italia y Sicilia), el Imperio Persa, Egipto, Libia (Norte de África), el país de los Escitas (Bulgaria y Rumanía), el Mar Negro, el Danubio, y llegó por el norte hasta el río Dniéper, en lo que hoy es Moldavia. Herodoto contempló varias de las maravillas de la antigüedad como Susa, Babilonia,  Tebas, Menfis, Atenas en su máximo esplendor,... Conoció a Pericles, y entre sus amigos se contaban otras figuras de la cultura clásica como Sófocles y Anaxágoras. Parece ser que sus viajes e investigaciones eran patrocinados por la polis ateniense.
El mundo conocido por Herodoto.
Todo el saber que acumuló Herodoto en sus viajes fue plasmado en su obra capital (la única que se conserva), que lleva por título sencillamente Historiae (Historias), que en griego antiguo podía significar "investigaciones". Y es que eso era lo que pretendía transmitir Herodoto, la realidad de lo que observaba, introduciendo en sus "historias" no solo los acontecimientos históricos, sino también datos geográficos, costumbres y cultos, anécdotas, fauna y flora, clima,... Aderezaba todo ésto con un intento de objetividad aparentemente sincero, comenzando muchas de sus aseveraciones con frases como "según dicen los persas...", "Pero si creemos lo que dicen los atenienses...", "Pero no me atrevo a asegurar si ...", etc... Atribuyen a Herodoto una frase que dicen pronunciaba tras leer sus historias en público: "Así lo vi, así os lo cuento",

"Historias" fue dividida posteriormente en nueve libros (por lo visto por parte de los gramáticos de Alejandría), y se abre con el siguiente párrafo (he leído varias versiones diferentes, supongo que traducir el Jónico es una actividad que se debe afrontar con cierta flexibilidad para que el texto sea inteligible a nuestros oídos):

"Heródoto de Halicarnaso va a presentar aquí frutos de sus investigaciones llevadas a cabo para impedir que el tiempo borre la memoria de la historia de la humanidad, y menos que lleguen a desvanecer las grandes y maravillosas hazañas, así de los griegos como de los bárbaros. Con este objeto refiere una infinidad de sucesos varios e interesantes, y expone con esmero las causas y motivos de las guerras que se hicieron mutuamente los unos a los otros"

Bueno, parece que Herodoto era un tipo objetivo... ¿y qué? ¿esto no iba del Spartathlon?

Paciencia... El libro sexto de "Historias" narra las Guerras Médicas, y se cree que Herodoto nació entre las dos primeras, por lo que, aunque en la segunda aún era un niño, y ni siquiera había nacido en la primera, por descontado que conocería posteriormente a muchas personas que participaron en estas contiendas, escuchando sus historias de primera mano. Me imagino a un buen número de veteranos soldados escuchando recitar a Herodoto aquellos acontecimientos. En esos tiempos supongo que si contase alguna falsedad lo pasarían por espadas y lanzas con total tranquilidad... 

Pero... ¿qué esto de las Guerras Médicas?, ¿Gregory House contra la doctora Grey?

Las Guerras Médicas fueron parte de los conflictos que durante siglos enfrentaron a las ciudades-estado de la Grecia clásica con el Imperio Aqueménida, vamos, los Persas. Lo de Médicas viene porque los griegos llamaban Medos a los persas, aunque sabían que en realidad los Medos fueron una civilización anterior. En principio los persas debían pagar tributo al Imperio Medo, pero en un momento de la historia se produjo un cambio, y los persas absorbieron y ampliaron el imperio Medo. La historia del Imperio Aqueménida termina con la conquista de Babilonia, Susa y Persépolis por parte de Alejandro Magno, en el año 330 a.C.

La segunda Guerra Médica se ha hecho muy famosa en los últimos años por el episodio de la Batalla de las Termópilas, ya saben: Leónidas y los 300 espartanos (y 1.000 guerreros de otras regiones) contra el ejército de Jerjes (unos 250.000 soldados). Esto fue por el año 480 a.C.

Anteriormente, el padre de Jerjes, Darío I, inició la primera guerra Médica, y en verano del año 490 a.C. hizo que su ejército desembarcase en las playas próximas a Maratón...

Por fin llegamos al punto que interesa al espartatleta, Herodoto dejó escrito en el libro sexto lo siguiente:

"CV. Lo primero que hicieron dichos generales, aun antes de salir de la ciudad, fue despachar a Esparta por heraldo a Fidippides, natural de Atenas, hemeródromo (o correo de profesión). Hallándose este,según el mismo decía y lo refirió a los Atenienses cerca del monte Partenio, que cae cerca de Tegea, apareciósele el dios Pan, el cual habiéndole llamado con su propio nombre de Fidippides, le mandó dar quejas a los Atenienses, pues en nada contaban con él, siéndoles al presente propicio, habiéndoles sido antes muchas veces favorable y estando en ánimo de serles amigo en el porvenir. Tuvieron los de Atenas por tan verdadero este aviso, que estando ya sus cosas en buen estado, levantaron en honor de Pan un templo debajo de la fortaleza, y continuaron todos los años en hacerle sacrificios desde que les envió aquella embajada, honrándole con lámparas y luminarias.
CVI. Despachado, pues, Fidippides por los generales, y haciendo el viaje en que dijo habérsele aparecido el dios Pan, llegó a Esparta el segundo día de su partida, y presentándose luego a los magistrados, hablóles de esta suerte: -«Sabed, Lacedemonios, que los Atenienses os piden que los socorrais, no permitiendo que su ciudad, la más antigua entre las griegas, sea por unos hombres bárbaros reducida a la esclavitud; tanto más, cuando Eretria ha sido tomada al presente y la Grecia cuenta ya de menos una de sus primeras ciudades.» Así dio Fidippides el recado que traía: los Lacedemonios querían de veras enviar socorro a los de Atenas, pero les era por de pronto imposible si querían faltar a sus leyes; pues siendo aquel el día nono del mes, dijeron no poder salir de la empresa, por no estar todavía en el plenilunio, y con esto dilataron hasta él la salida."
FILÍPIDES, el corredor:

Parece claro que Filípides no tiene nada que ver con Maratón. El cronista mas fiable, Herodoto, no lo vuelve a nombrar, y por lo tanto no se sabe si a su vuelta de Esparta llegó a tiempo para la batalla, o se quedó ya a descansar en Atenas. Nótese que la hazaña de Filípides consistió en una trayecto de ida y vuelta de Atenas a Esparta, es decir, lo que hoy sería un doble Spartathlon.
Monumento a Filípides.
¿Pero por qué la confusión?, ¿de dónde salió la historia del mensajero que llegó a Atenas procedente de Maratón? El asunto es que otros historiadores, muy posteriores a Herodoto, tratan sobre esa carrera que anunciaba la victoria de los griegos.
Primero fue Plutarco (46 d.C.), que cita a un mensajero llamado Tersipo, basándose en otros relatos de un astrónomo, Heráclides Póntico, que nació 100 años después de la battalla de Maratón. Posteriormente Plutarco alude al mensajero con el nombre de Eucles... En la historia de Plutarco, Tersipo/Eucles muere tras dar el mensaje de la victoria. Dicen que Plutarco era corredor de fondo, y que incluso se preparaba para participar en los Juegos Olímpicos, ¿pueder ser que inventara estas historias para "adornarse"? 
Parece ser que éste es el texto de Plutarco:

"Así pues, la noticia de la victoria en la batalla de Maratón la comunicó, según narra Heráclides Póntico, Tersipo de Erquía. Pero la mayoría de los historiadores dice que Eucles tras correr armado, todavía acalorado por la batalla, y caer ante las puertas de los magistrados dijo sólo esto: “Hola” y “estamos a salvo = hemos vencido” y a continuación murió. En verdad este hombre llegó como mensajero enviado por sí mismo de una batalla en la que él mismo había luchado; pero supón que algún pastor o cabrero apostado en alguna colina o atalaya habiendo sido un espectador distante del combate y habiendo visto este gran acontecimiento, más grande que lo que podría narrar cualquier lengua, hubiera llegado a la ciudad como un mensajero sin heridas y sin una sola gota de sangre y hubiera reclamado recibir los honores que recibió Cinégiro, o Calímaco o Policelo, porque comunicó sus hazañas, sus heridas y sus muertes, ¿acaso no se podría pensar que superaba la desvergüenza?"

Mas tarde aún, un siglo después de Plutarco, otro historiador, Luciano de Samosata (125 d.C., es decir, 600 años después de Herodoto), atribuye esa carrera a Filípides, y se dice (yo me cubro, como Herodoto) que con este texto:

"Se dice que el primero que utilizó esta fórmula (se refiere a Xαίρετε) fue el corredor Filípides al comunicar la victoria desde Maratón ante los arcontes sentados en sus sillas y preocupados por el final de la batalla. “Alegraos, somos vencedores” y tras decir esto murió con la noticia y expiró con el saludo."

Mucho mas tarde aún, en 1897, un poeta inglés, Robert Browning, popularizó definitivamente el bulo del corredor de Maratón con éste poema:

"Εntonces, cuando Persia fue polvo, todos gritaron: “¡A la Acrópolis!
¡Corre, Filípides, una carrera más! ¡Tendrás tu recompensa!
Atenas se ha salvado gracias a Pan. ¡Ve y grítalo!” Arrojó él su escudo,
corrió otra vez como una saeta; y toda la extensión entre el campo de hinojo
y Atenas de nuevo fue rastrojos, un campo que recorría una saeta,
hasta que él anunció: “¡Regocijaos, hemos vencido!” Como vino que se filtra en arcilla,
la felicidad que fluía por su sangre le hizo estallar el corazón: ¡el éxtasis!
"

Por si fuera poco, Herodoto relata además que la carrera hasta Atenas no la realizó ningún mensajero, sino el ejército ateniense al completo. Tras consumarse la derrota en la llanura de Maratón, los persas embarcaron de nuevo y dirigieron sus barcos hacia Atenas, con la esperanza de hallar la ciudad desprotegida y saquearla tranquilamente. El asunto es que cuando los persas alcanzaron las costas frente a Atenas, ya los atenienses estaban allí, tras una memorable carrera en la que no peleaban por ninguna gloria deportiva ni ningún tesoro, sino por su casa, su familia, su condición de "hombres libres", su vida completa... Los persas, desanimados al contemplar el despliegue defensivo, volvieron la proa hacia Asia Menor.

En el libro sexto Herodoto detalla estos acontecimientos:

"CXV. En efecto, los de Atenas con esta acometida se apoderaron de siete naves. Los bárbaros, haciéndoles retirar desde las otras, y habiendo otra tomado a bordo los esclavos de Eretria que habían dejado en una isla, siguieron su rumbo la vuelta de Sunio, con el intento de dejarse caer sobre la ciudad, primero que llegasen allá los Atenienses. Corrió por válido entre los Atenienses, que por artificio de los Alcmeonidas formaron los Persas el designio de aquella sorpresa, fundándose en que estando ya los Persas en las naves levantaron ellos el escudo, que era la señal que tenían concertada.

CXVI. Continuaban los Persas doblando a Sunio, cuando los Atenienses marchaban ya a todo correr al socorro de la plaza, y habiendo llegado antes que los bárbaros, atrincheráronse cerca del templo de Hércules en Cinosarges, abandonando los reales que cerca de otro templo de Hércules tenían en Maraton. Los bárbaros, pasando con su armada más allá de Falero, que era entonces el arsenal de los Atenienses, y mantenidos sobra las áncoras, dieron después la vuelta hacia el Asia.
"

Pues éstas son las historias que he leído sobre estos personajes, sin los cuáles, no existiría el Spartathlon. Yo me quedo con la versión de Herodoto, naturalmente, y a veces me pregunto "¿Se conocerían? ¿Escuchó alguna vez un joven y curioso Herodoto estas historias de boca de un curtido y veterano hemeródromo? ¿Sería el propio Filípides, con las rodillas hechas puré?".

La figura de Filípides se pierde en los mares de la historia, sólo 4 veces lo nombró Herodoto en sus crónicas, y 2.500 años después yo pienso en él casi todos los días. Todo por correr, qué barato le salió...

Y este es el final de éste ladrillo, si has llegado hasta aquí te felicito, cualquier día te veo inscrito en el Spartathlon...

¡HERODOTO!, ¡FILÍPIDES!, ¡ESPARTA, ESPARTA!

miércoles, 13 de agosto de 2014

Porcentaje de finishers

Los últimos entrenamientos me han ido muy bien. Los rodajes, las cuestas, algunas sesiones de bici o natación en La Gomera,.... todo sale fluido, sin aparente esfuerzo. Los dolores de rodilla han desaparecido otra vez, y se diría que todo marcha estupendo. Solo faltan 44 días para la salida del Spartathlon, y los familiares, los amigos, los compañeros de carreras y entrenamientos con los que me encuentro no paran de animarme: "Eso lo haces tú a la pata coja.", y cosas así...

Ojalá fuera cierto. Hasta yo mismo me lo creo a veces, y tengo súbitos arranques de confianza: me veo tocando los pies de Leónidas entre una lluvia de aplausos... y se me forma un nudo en el estómago.

¡PERO!... la realidad es cruda: solo un 40 % de los que salen llegan a Esparta. Encontré esta tabla buceando en la Internet, y ciertamente mete miedo.

Recuerdo haber leído que la edición del año 1997 se disputó en unas condiciones inusualmente frescas. Ahí se produjo el porcentaje mas alto de finishers: 59 %.

Por el contrario, la del año 2012 fue una edición tremendamente calurosa, ¡chiquita escabechina!: 23 % de llegados a Esparta.

En cada Spartathlon hay muchos corredores veteranos de ediciones anteriores, corredores que año tras año disputan la prueba, y que, por las experiencias acumuladas, parten con gran ventaja sobre los novatos. Me temo que el porcentaje de éxito entre los corredores novatos, como yo, es mucho mas bajo.

Si también tenemos en cuenta que muchos de estos éxitos se logran con un equipo de apoyo, el cual yo no llevaré, no puedo dejar de pensar que mis probabilidades de terminar la carrera son casi ridículas.

Vamos, que me dirijo al matadero, eso sí, con una sonrisa en los labios.

domingo, 10 de agosto de 2014

Crónicas: Adalberto Maidana 1990

El argentino Adalberto Maidana es el pionero del ultrafondo en Argentina. Su empeño en participar en el Spartathlon le llevó a organizar las primeras pruebas de ultrafondo en su país, a fin de conseguir cumplir con los requisitos para inscribirse en la carrera griega: pruebas de 100 km, 24 horas en pista , etc... que me imagino el asombro que habrán causado en su momento.

Cuenta Maidana en su biografía "Nunca es tarde" como se inició por casualidad en el mundo del atletismo:

"Papi..., por que no dejas de fumar...?
Me preguntaba Adrian, mi hijo de 8 años..., mientras el humo del cigarrillo enviciaba el aire del living de mi casa...
...Y ante tanta insistencia..., mi respuesta..., como para salir del paso...
- Pero Adrian, hijo..., si dejo de fumar..., que hago...?
...Y la respuesta rápida..., inocente..., pura..., definitiva..., mágica...
- Y..., empezá a correr, papi...
Créanme..., esta historia empezó así..., tal vez por que soy un firme creyente de los comienzos románticos..., y los finales sabios
."


Creo que esta fue la primera crónica escrita por un participante que leí sobre el Spartahlon. Me sigo emocionando con su lectura, y entiendo por qué de inmediato sentí ganas de participar algún día en esta loca carrera. Muchas veces, trotando en silencio durante algún entrenamiento, me ha venido a la cabeza esa frase del final: "Exigente prueba en Grecia".

Spartathlon 1990, por Adalberto Maidana:

• LA LLEGADA A GRECIA
Eran las 17.30 horas del 23 de Septiembre, el avión de BRITISH AIRWAYS, procedente de LONDRES, se posaba lentamente en la pista y comenzó a recorrerla hasta detenerse totalmente.
Cuando se abrieron las puertas y bajé por las escalerillas del avión, sentí una emoción muy grande; había llegado a la tan soñada GRECIA, estaba en ATENAS, un lugar del que conocía sus bellezas solamente por comentarios, postales o fotos, y ahora tenia la oportunidad de conocerla personalmente, nadie me lo iba a contar.
Pero a la vez mi emoción era doble, porque además llegaba como deportista representando a mi país, ARGENTINA, a participar en la prueba del SPARTATHLON, la competencia atlética de Ultramaratón más importante del mundo, porque recuerda la gesta de FILIPIDES y además forma parte de la Historia Universal.
Esta prueba se realiza todos los años y en la misma participan los mejores atletas del mundo, partiendo desde ATENAS y finalizando en ESPARTA, al pie de la estatua de LEONIDAS, al final de la Avenida PALEOLOGOU, en esa localidad, recorriendo 250 kilómetros por rutas y caminos de la legendaria GRECIA.
Al salir del Aeropuerto, luego de cumplir con los requisitos de Aduana, fui ubicado por los organizadores del evento, que me estaban esperando (como lo hacían con todos los atletas extranjeros) en la VILLA OLIMPICA del Estadio que lleva el mismo nombre y que se encuentra ubicado en la zona de KALOGREZA, camino a KIFISSIA.
Allí empecé a sentir el cariño y el respeto con que se me iba a tratar de ahí en más, por la Señora MARIANNA VEREMIS, quien tenía a su cargo recibir a los participantes de la prueba, y que desde el primer momento me hizo sentir como en casa, pero en la medida que pasó el tiempo, sentí que todas y cada una de las personas con las que iba a tratar, eran de la misma forma: respetuosos, sencillos, simples y siempre dispuestos a solucionar cualquier problema que se presentara; actitud que no me sorprendió ni extrañó, ya que en BUENOS AIRES, sentí el mismo afecto y buena predisposición, cada vez que solicitaba alguna información a mi amigo ELEFTHERIOS KOUVARITAKIS, quien era el Vice – Cónsul de GRECIA en ARGENTINA y además era un corredor de Maratón.
Los días previos a la competencia, realmente no me fue posible visitar ni recorrer totalmente la ciudad de ATENAS (si lo hice después de finalizada la prueba) pero de lo que pude ver y sentir, además de la belleza del paisaje y sus monumentos históricos, rescato el cariño de la gente del pueblo griego.

• EL INICIO DE LA PRUEBA
De la prueba en sí, podría escribir mucho y estoy seguro que me faltaría espacio para poder contar todo en detalle. Si debo decir que fue algo extraordinario, muy emocionante, por todo el entorno previo, por la competencia misma y por la alegría del final.
Trataré de resumir estas emociones que comenzaron el día 28 de Septiembre cuando partimos del PANATHINAIKOS STADIUM, en ATENAS, a las 7 de la mañana con destino final SPARTA, éramos 99 atletas de distintos países del mundo, de los cuales solo 35 arribamos a la meta.
Todos y cada uno de nosotros estaba con sensaciones y motivaciones distintas, en mi caso sentía el orgullo de ser el primer argentino y además el primer sudamericano que participaba en la prueba del SPARTATHLON, pero también tenía la motivación de estar corriendo por lugares donde se cimentó la historia del mundo.
Como mencioné, partimos desde ATENAS, atravesamos la ciudad, bordeamos el puerto del PIREO y luego salimos a la Autopista, para llegar al primer puesto de control de la prueba en CORINTOS, a 82 kilómetros de ATENAS, durante el trayecto comenzó a llover en forma intensa lo que hizo aún más dificultosa la carrera.
Desde CORINTOS, seguimos corriendo hasta NEMEA, pasando por ASSOS, ya era de noche y el frío además de la lluvia se hacía sentir.
De NEMEA, la ruta nos llevaba hasta LYRKEIA, donde llegué aproximadamente a las 2 de la mañana del 29 de Septiembre, llevaba recorridos 154 kilómetros y hacía ya 19 horas que estaba corriendo.
Hasta allí, había sido una prueba muy dura, sobretodo por las constantes subidas y bajadas del camino montañoso. Las luces de las linternas que llevaba cada corredor para iluminar el camino y que fueron provistas por los organizadores, parecían ojos de gatos en la oscuridad, haciendo ver un paisaje nocturno diferente.

• MI ENCUENTRO CON DIOS
Mientras observaba lo anteriormente descrito y escuchaba y disfrutaba el silencio de la noche, pensaba también que ya había pasado más de la mitad de la carrera y que las subidas que iba dejando atrás eran lo más duro y difícil, pero todavía me aguardaba una sorpresa: me faltaba escalar el BEY´S LADDER, una cuesta empinada, muy riesgosa, con camino de cabras y guiado solamente por las cintas fosforescentes que indicaban el mismo y el haz de luz de mi linterna.
Me sentía exhausto, cansado y realmente creía que no podía más.
Comencé a ascender lenta y trabajosamente, delante de mí iban un atleta japonés y un francés; en algún momento el japonés se sentó y no quiso seguir más, traté de ayudarlo pero al mirar sus ojos me di cuenta que estaba llorando y no podía seguir más; lo dejé y seguí, mientras subía esa interminable pendiente le pedía a Dios que no me abandonara.
Comencé a pensar en Dios..., a pedirle que me ayude..., a sentirlo en forma intensa..., a rezar.
En algún instante, tuve la impresión de que mi oración había pasado por si sola, por decirlo de alguna forma, de los labios a mi corazón.
Quiero decir que sentía, que mi corazón en sus pulsaciones, había comenzado a decir las palabras de mi oración en cada latido.
Dejé de rezar mis oraciones en voz alta.
Simplemente presté atención a lo que mi corazón decía.
Luego sentí algo así como una sensación de dulce dolor en mi corazón y una fuerza intensa de amor en mis pensamientos hacia Él.
Era como si lo estuviera viendo, me imaginaba a mí mismo, abrazado a Él, besándole las manos tiernamente, agradeciéndole con lágrimas de alegría, que hubiera permitido con su amor y su gracia hacia mí, lograr lo que me había propuesto.
Sentí luego que llegó a mi corazón un calor misericordioso que me invadió todo el pecho, y una sensación de paz me cubrió totalmente.
Así fue mi encuentro con Dios...
En Grecia, entre Nestaní y Tegea, en la cima del Monte Beys Lader, en una noche estrellada del mes de Septiembre, mientras corría el Sparthatlon uniendo Atenas con Sparta, cubriendo 250 kilómetros, y cuando pensaba que no podía seguir más y había pasado ya el límite de lo humano.
Cuando por fin llegué a la cima sentí una extraña sensación, como una paz interior, difícil de explicar; mi respiración se hizo cada vez más acompasada y había logrado mantenerme tranquilo, en mi mente con más fuerza, estaba la seguridad de que una vez finalizado el descenso de esa ladera y luego llegar a NESTANI, que estaba muy cerca, ya nada podría detenerme y lograría finalizar la competencia.

• EL FINAL DE LA PRUEBA
Eran aproximadamente las 6 de la mañana cuando llegué a NESTANI, llevaba recorridos 175 kilómetros y hacía ya 23 horas que estaba corriendo y de allí continúe rumbo a TEGEA, donde llegué cerca de las 10 de la mañana, en esa aldea, sentí una vez más el cariño emocionado de la gente del lugar que estaba en las calles alentándome a cada momento; también vi el llanto doloroso de otro corredor japonés que no pudo continuar y tuvo que abandonar la prueba, era el kilómetro 193.
Me cambié, comí algo y continué rumbo a SPARTA, pasando por MAGASAKI, y KLADA. Mi equipo de médicos, el Dr. Murano y el Dr. Cabrera me acompañaba y alentaba permanentemente, dándome las indicaciones y los cuidados necesarios para finalizar la prueba con éxito.

• LA LLEGADA A ESPARTA
Estoy en la entrada a la ciudad de ESPARTA, son las 16,30 horas de la tarde del día sábado 29 de Septiembre.
Voy corriendo por la Avenida que pasa muy cerca del Templo de ARTEMISA rodeado de niños que me acompañan en bicicleta, estoy emocionado, a punto de lágrimas, siento en esos niños que va a mi lado, el cariño y el amor de mis hijos Adrián, Mariela, Fernando y Daniela que me acompañan permanentemente en mi corazón y mi mente durante todas las competencias en las cuales participo.
Sigo corriendo, totalmente distendido y feliz, trato de no desconcentrarme, sé que falta poco, doblo en la Avenida PALEOLOGOU, y veo la estatua de LEONIDAS que marca el final de la prueba, y ya no puedo contener las lágrimas, pues mi alegría es incontrolable.
La gente a mí alrededor aplaude, me saluda, se emociona y me alienta una vez más al grito de ARGENTINA..., ARGENTINA..., ya que me identifican porque voy corriendo con la bandera Argentina en mis manos.
Sigo llorando emocionado, como un niño, la estatua de LEONIDAS, está allí, esperándome, las sensaciones que siento son incontables, pienso que en este instante, estoy culminando una prueba que comenzó hace mucho tiempo y que todo el esfuerzo que me llevó la preparación, bien valía la pena de hacerla..., estoy casi al pie de la estatua..., voy subiendo los escalones que me separan de ella, para tocar su base y dar por finalizada la prueba..., la gente a mi alrededor es increíble como alientan, aplauden, se emociona ( no solo conmigo, sino todos los corredores)..., pero que mas les puedo decir, si por mas que escriba y escriba, siempre me faltarían palabras para poder explicar todo lo que me está rodeando.

Llego al pie de la estatua y veo un grupo de tres niñas que están vestidas con la indumentaria tradicional de la época (vestido blanco largo), me apoyo en la base de la misma y de esa forma se certifica que llegué al final de la prueba, sigo llorando emocionado, mientras el Mayor de SPARTA, Mr. Matalás, coloca sobre mi cabeza una corona de laureles y olivos, y me saluda con un efusivo abrazo, me entrega una hermosa medalla por haber finalizado y una niña me da de beber agua en un recipiente en forma de plato, siguiendo la tradición histórica, al igual que lo hacían con los antiguos guerreros, que llegaban cansados de la batalla.
Sigo saludando y muy contento, me abrazo con todo el mundo, mientras viene a mi memoria, la partida de ATENAS, 35 horas atrás (ese fue el tiempo que demoré en recorrer los 250 kilómetros), y los rostros desconocidos pero bondadosos y llenos de amor que fui cruzando en el amino, como el de aquella señora, en una aldea entre NESTANI Y TEGEA, que se acercó a mí en un momento que me detuve a beber agua, me dio un beso y me regaló una flor; o como aquel grupo de niños y niñas que me esperaba a la salida de TEGEA y me regalaron una pequeña corona de laureles y algunos caramelos; o como la gente de la organización de la carrera que en cada puesto de abastecimiento que paraba me atendían y se preocupaban por mí como si fuera un amigo de años.
Muchos recuerdos más se atropellan en mi mente, mientras continúo disfrutando con mi equipo de médicos el sabor de la gloria por haber finalizado esta exigente y dura prueba del SPARTATHLON.

Estaba contento, mi mente retrocedió algunos años atrás, al hermoso recuerdo de un momento en que leía una nota en el periódico, un domingo después de entrenar, mientras estábamos desayunando junto a mí esposa Adriana, y que decía...

“EXIGENTE PRUEBA EN GRECIA...”

...Lo había logrado... me sentía feliz.

jueves, 7 de agosto de 2014

Espartatletas: Yiannis Kouros, el Rey del Ultrafondo

Una serie sobre espartatletas no podía comenzar sino con el mas grande, el mas legendario: Yiannis Kouros.

En septiembre de 1983 se celebró la primera edición del Spartathlon, y entre los inscritos en la prueba se encontraban reconocidos ultrafondistas venidos de varios países. Cuenta la leyenda que prácticamente se conocían entre todos, y que se daba por supuesto que el ganador de la prueba sería uno de los componentes de esa "fraternidad".

¡PERO!... a última hora aparecieron en Atenas dos corredores solicitando su inclusión en la carrera, aunque no estaban inscritos en el plazo acordado. Parece ser que la organización decidió consultar al resto de corredores, los cuales no pusieron ninguna objeción a la inclusión del primer corredor, un británico al que todos conocían de otras competiciones, "uno de los nuestros". El otro aspirante era un desconocido corredor griego, Yiannis Kouros, sin aparentemente ninguna experiencia "ultra", parecía el típico corredor local invitado para satisfacer a la afición local... nadie se opuso a que participara.

Lo que siguió después ha pasado a la historia del ultrafondo como la gran explosión del mejor ultrafondista de la historia.

Al paso por el maratón Kouros marchaba tercero, pero al poco rato se colocó primero y ya nada lo pudo parar...

El propio Yiannis cuenta divertido en una entrevista como se presentó en Esparta de madrugada, con mas de 5 horas de adelanto sobre el horario previsto, y como el alcalde de Esparta fue a recibirlo sin poder ni siquiera peinarse, cómo todo el personal en meta estaba a medio vestir y recién levantados.

La victoria de Kouros, en 21 horas y 53 minutos, con mas de 2 horas y 45 minutos de ventaja sobre el segundo clasificado,  fue tan rotunda e inesperada que enseguida se desataron las sospechas de fraude. Después de todo, gran parte del recorrido era nocturno, con pocos corredores, muy separados unos de otros... Muchos pensaron que se había subido a un coche (¡vaya, como pasa ahora en las carreras de montaña!).

El tercer clasificado en la prueba, el británico Alan Fairbrother declaró directamente que Kouros "no tiene ni la experiencia ni la clase para quedar ni siquiera cerca del récord de las 24 horas en pista de Dave Dowdle". Hay que destacar que el récord de las 24 horas en pista era por entonces de 274,48 Km, y que Kouros había completado casi 250 km en menos de 22 horas, con desniveles apreciables y en el caluroso septiembre griego. Las sospechas, hay que reconocerlo, tenían fundamento, y pasarían algunos meses antes de que todo el mundillo del ultrafondo saliera de dudas...

En abril de 1984 se celebró en Austria una carrera multietapa a lo largo del Danubio, la Across Austria 3 day-stage race, que volvió a reunir a la élite del ultrafondo mundial. Allí estaban Dusan Mravlje y Alfons Evertz, que habían finalizado segundo y cuarto en el primer espartatlon del año anterior. El invitado estrella era aquel modesto y desconocido corredor griego, a quién ahora todos miraban con atención: Yiannis Kouros.

Las etapas de la Across Austria fueron de 114, 122 y 84 km de longitud, y Kouros ganó sobradamente cada una de ellas, consiguiendo un tiempo total acumulado inferior a las 24 horas en los 320 km de distancia total. El segundo clasificado, de nuevo Dusan Mravlje, sumó 2 horas y media mas que Kouros, que nunca mas volvió a ser cuestionado.

La carrera de Yiannis Kouros se prolonga ininterrumpidamente hasta el año 2008, acumulando victorias y sumando récords mundiales en multitud de pruebas de ultrafondo (en algunas webs hablan de 152 récords, aunque en la biografía publicada en su propia web se mencionan 134 récords del mundo, no sé si con ese número se refieren a los récords vigentes). En 2012 vuelve a las competiciones, ya en la categoría de M55, y sigue acumulando récords, ahora en categorías de edad.

Algunos de estos impresionantes récords son los siguientes:
Carreras por tiempo
Carreras por distancia
Tiempo
Superf.
Km
Km/h
12 h
Road
162.543
13.545
12 h
Track
162.400
13.533
24 h
Road
290.221
12.093
24 h
Track
303.506
12.646
48 h
Road
433.095
9.023
48 h
Track
473.797
9.875
6 días
Road
1028.370
7.142
6 días
Track
1038.851
7.214
Distancia
Sup.
Tiempo
Km/h
100 millas
Road
11h 46min 37s
13.665
1000 km
Track
5d 16h 17min 00s
7.338
1000 km
Road
5d 20h 13min 40s
7.131
1000 millas
Road
10d 10h30min 36s
6.424

He destacado en rojo la marca de las 24 horas porque es realmente alucinante. El dominio de Kouros en esta prueba es tan insultante que posee las 11 mejores marcas de todos los tiempos, con mas de 20 km de ventaja sobre el siguiente corredor. Kouros también tiene 15 de las 21 mejores marcas históricas, y el viejo récord de Dave Dowdle, al cual ni se podría acercar según algunos, aparece ya en el puesto 23.

En las 48 horas su dominio es igualmente asombroso: las 6 mejores marcas de la historia llevan su nombre, y el siguiente corredor en la lista suma mas de 40 km. menos.

Respecto al Spartathlon, Kouros presenta el impecable récord de 4 victorias en 4 participaciones, con los 4 mejores tiempos de las 31 ediciones celebradas, sólo él ha bajado de 22 horas (y de 21 horas, claro). El siguiente mejor tiempo es del también legendario Scott Jurek. En la tabla siguiente vemos los 13 mejores tiempos de siempre:
AÑO
PUESTO
NOMBRE
PAIS
EDAD
TIEMPO
1984
1
KOUROS Yiannis
GRE
28
20:25:00
1990
1
KOUROS Yiannis
GRE
34
20:29:04
1983
1
KOUROS Yiannis
GRE
27
21:53:42
1986
1
KOUROS Yiannis
GRE
30
21:57:00
2008
1
JUREK SCOTT
USA
35
22:20:01
2006
1
JUREK SCOTT
USA
33
22:52:18
2011
1
CUDIN Ivan
ITA
36
22:57:40
2010
1
CUDIN Ivan
ITA
35
23:03:06
1990
2
MACKE Patrick
GBR
35
23:08:41
2007
1
JUREK SCOTT
USA
34
23:12:14
1985
1
MACKE Patrick
GBR
30
23:18:00
2001
1
NUNES Valmir
BRA
37
23:18:05
2003
1
THALMANN Markus
AUT
39
23:28:24

Buceando en la vida de Yiannis Kouros, visionando entrevistas, biografías, webs de todo tipo... en busca de algún dato, alguna fórmula mágica que revele sus secretos para correr tan lejos como él, uno se da cuenta que está ante un tipo muy especial.

Con fama de callado (¡vaya, lo mismo que me dice a mí Helena!), padeció una infancia difícil, que le hacía pasar mas tiempo en la pista de atletismo que en su propia casa (curiosamente era especialista en salto de longitud). Desde pequeño dedicó tiempo a la música, a la pintura, a la poesía... Tras emigrar a Australia en 1990, se graduó en Literatura. Ha escrito miles de poemas, pensamientos filosóficos, grabado 4 discos (cuenta él mismo que antes de emigrar a Australia trabajó un tiempo como cantante en un club), escrito un libro autobiográfico, expuesto pinturas, e incluso protagonizado una película (encarnando a Filípides, ¿quién mejor?).

¿Pero qué puede aportarle todo ésto a un ultrafondista? Él mismo confiesa que duerme muy poco (habla de etapas en su vida de 1 o 2 horas de sueño), ya que sus múltiples actividades no le dejan mas tiempo. ¡¡¿¿Pero un deportista no tiene que descansar??!! Él afirma que además del entrenamiento físico, al cual tampoco parece dedicar tanto tiempo como uno podría pensar, debe sumar experiencias espirituales en su vida cotidiana, que lo hagan mas humano,... esta espiritualidad le hará encontrar fuerzas (él lo llama "inspiración") cuando llegue ese momento en las pruebas de ultrafondo en el que se sobrepasan los límites y se pierde el control sobre el cuerpo. Kouros habla de experiencias extracorpóreas en las que se puede ver a sí mismo desde fuera, en las que siente su cuerpo "muerto"...

En definitiva, Yiannis Kouros es el maestro absoluto en el dominio del cuerpo a través de su cultivada mente. Puede negar el dolor y abstraerse totalmente, mientras piensa en música épica, personajes históricos y héroes de la Grecia clasica, que siente que reviven en su interior. Esa creo que es su gran enseñanza.

Por último, una pregunta que no dejo de hacerme desde hace años: ¿Por qué los récords de Kouros no son batidos, ni siquiera amenazados? ¿Tan adelantado a su tiempo ha sido? Pienso que algo tiene que ver con el declive del ultrafondo y el ascenso del Trail Running. Grandes ultrafondistas se dedican a las carreras de montaña, pero no prueban otras especialidades como las 24 horas o el Spartathlon. Desde Scott Jurek ninguna figura de primera línea del trail running participa en pruebas de este tipo.

Las únicas excepciones que encuentro son Lizzy Hawker y Mike Morton. Hawker, que llegó a Esparta en tercera posición absoluta en la calurosa edición de 2012, tiene la 5ª mejor marca femenina de todos los tiempos en 24 h. En hombres, Mike Morton, ganador de la Western States de 1997 y tercero en la edición de 2013, y con la decimocuarta marca histórica en las 24 horas (277,543 km, que en realidad lo convierten en el tercer mejor hombre de la historia, ya que tiene 12 marcas de Kouros por encima) participó en el Spartathlon de 2013. Lideraba la carrera, pero tuvo que abandonar tras lesionarse al huir del ataque de un perro (estupendo, encima que vas al límite también estás expuesto a ataques...).

Sería maravilloso ver a todos esos galgos USA (Kupricka, Dakota, Rob Krar,...), que soportan ritmos imposibles durante 100 millas, enfrentarse a las 24 horas, las 48 horas, el Spartathlon,... enfrentarse a Kouros a través de los océanos del tiempo. ¿Ver a Kilian o a  Heras en una pista? Parece un imposible, mientras tanto, los récords de Yiannis Kouros envejecen. Cuando  dejó el récord de las 24 horas en 303 km. declaró "Este récord se mantendrá durante siglos". Bueno, puede parecer pretencioso, pero de momento es inalcanzable.

No corremos contra los otros corredores, ellos pueden estar 100 km. mas adelante o mas atrás, nosotros corremos contra la naturaleza, el reloj, el tiempo, la distancia,… tu cuerpo no puede cargar contigo corriendo 24, 48 horas o seis días. Nadie completa la carrera con su cuerpo, sino con su mente.

Yannis Kouros